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La infanta Elena y Jaime de Marichalar se divorcian


Los abogados de los Duques de Lugo hicieron hoy público un comunicado confirmando que la Infanta Elena y Jaime de Marichalar han acordado el divorcio de su matrimonio firmando el oportuno convenio regulador.

Según señala el comunicado conjunto de los letrados Jesús Sánchez Lambás y Cristina Peña Carlés, los Duques de Lugo han firmado el convenio regulador para su divorcio de "mutuo y común acuerdo".

A pesar de esta ruptura matrimonial, los abogados destacan que los Duques de Lugo mantienen una "fluida interlocución en todo lo referente al interés común de sus hijos" y testimonian "el afecto y consideración que la Familia de la Infanta siento por Don Jaime, como ha sido así a lo largo de estos dos últimos años"

La noticia se ha comunicado horas después de que la infanta presidiera en la Facultad de Humanidades de la UNED la entrega de los IV Premios Universidad-Empresa, que han recaído en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y el grupo burgalés Antolín-Ingeniería.

La pareja se separó en noviembre de 2007 tras doce años de matrimonio y dos hijos en común.

El divorcio de los Duques de Lugo se hará efectivo cuando lo dictamine un juez, tras haber comprobado que los términos del acuerdo pactado entre ambas partes "se ajusta a derecho".

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Elena y Marichalar
que se casaron felices
ya se van a divorciar,
¡se acabaron las perdices!.

No sé si fué su estilismo
o su cara singular
pero ya le da lo mismo
a la infanta de Papá:
su cuento y su principito
al final acaban mal.

Hay quien con sorna ya dijo
que eran tal para cual:
él con un aire de pijo
que no se puede aguantar
y ella de aspecto rarito
y con casco de montar.

A ella la recordamos
llorando en las Olimpiadas
cuando desfiló su hermano
con bandera roja y gualda.
Él se nos viene a la mente
con una corbata ortera
y con el rumor perenne
del por qué de su cojera.

La verdad es que han tenido
entre los dos una cosa
que compensa lo vivido
y ese es Froilán, su hijo,
que bien podía ese niño
heredar nuestra corona
y hacernos más divertido
los discursos cuando tocan.

A mí me parece bien
que si quieren se divorcien,
lo que parece esquizoide
es que lo anulen también:
¿Es que no se conocían?
Se les veía de lejos.
¿O ella es que no sabía
que él era tela de feo
y no el hombre de sus sueños?
Y él también nos mentiría
si dijera, a tumba abierta,
que él la eligió en su día
por ser ella una lumbrera.
Que ambos se conocían
y él, algo fresco, sabía
que ella mucho no tenía
bajo la tapa del delco.

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