Ultimas entradas:

Raimon: «Si no canto ‘Al vent’ me dicen de todo»


Lleva 50 años con sus cuatro caras al viento: trovador contestatario, baluarte de la Cançó, estudioso de la literatura catalana y cronista de intimidades. Canta hoy en el Auditori. No hay entradas.

Raimon se congratula de que «nadie más en este país» lleva 50 años cantando de manera profesional. Y lo mejor de todo, siempre fiel a sí mismo, aunque tenga el viento en contra. «Cuando musiqué a Espriu en el 75, la discográfica pensó que no sería comercial y hasta el 77 no publicó el elepé. Fue uno de los discos que más impactó». El músico de Xàtiva, que en diciembre cumplirá 70 años, sorprendió a Els Set-ze Jutges con su grito; su existencialismo rebelde.

–El festival Barnasants logra programarle después de 15 años y anuncia que será un «recital antológico». ¿En qué consistirá?
–De las más de 150 canciones que he publicado, expondré la repostería selecta, como en las pastelerías. Recuperaré piezas que he cantado miles de veces –si debuté en Barcelona en el 62, pues imagínate...–, y estrenaré otras que aquí no he tocado.

–¿Cuál será este material nuevo?
--No sé explicar las canciones porque las canciones se escuchan. Pero puedo adelantar títulos como Cançó d’un cor que crema, Punxa de temps, Mentre s’acosta la nit, Terra negra –este cuadro de Tàpies me inspiró un poema– y Bagdad gener 91, sobre la guerra en directo, tal y como nos la vendieron.

–Pero ¿habla de la guerra de Irak o de cómo la vivió el mundo?
–Insistían en decir que estábamos presenciando esta contienda en directo y como mucho veías algunas luces que se adivinaban bombas... En cualquier película veías más guerra que allí. Fue la creación de una realidad fuera de la que era. Pero no era ninguna realidad virtual...

–Nosaltres no som d’eixe món… ¿Nos olvidamos de seguir «diciendo no» al miedo, al hambre, a la sangre...? ¿Qué nueva (o vieja) injusticia le inspiraría una nueva estrofa?
–No sé qué responder. La canción nace de unas vivencias concretas que desgraciadamente siguen actuales. Es una declaración de principios que mantengo.

–Precisamente logró enarbolar este Diguem no en Televisión Española en plena dictadura. Fue en el programa Gran parada en 1964. ¿Cómo esquivó esa censura que luego, por cierto, se cebó con usted?
–Tenía 23 años y luego me contaron cómo fue el asunto: se tradujo literalmente Al vent y de Diguem no hicieron una versión un tanto edulcorada. En aquella época, la presencia en TVE de lenguas que no fueran el castellano o el inglés era mínima. Menos que ahora, que es bien poca. Y desde el 64 hasta el 79 ya no aparecí más en televisión para toda España.

–Usted fue un aguijón del franquismo, pero le molesta que le encasillen como cantautor político…
–Me molesta reducir un trabajo de muchos años a un aspecto solo. No es que me moleste, es que es erróneo: es ignorar el 70% de mi trabajo.

–El gran músico folk Pete Seeger le presentó diciendo: «Este señor viene de un país en donde hace 500 años que intentan hacerles hablar el castellano y aún no lo han conseguido». ¿Rememore la escena, por favor?
–No fue en público. Así me presentó a su mánager en Nueva York, en 1970. Luego, antes de actuar, explicó qué tipo de canción hacía y dijo que era uno de los artistas más importantes de la Península y tal y cual...

–¿Sigue pensando que tanto Catalunya como Valencia no tratan bien a sus artistas?
--El museo de Sorolla está en Madrid, el de Blasco Ibáñez, en la Costa Azul, porque allí tenían más dinero… Pero, cuando nos entierren, seguro que nos harán un poco más de caso.

–De hecho, en la Valencia del PP se tuvo que buscar una sala privada para tocar al denegarle el permiso para cantar en el Teatre Principal…
--No había cantado en Valencia ciudad desde el 2000. No es que esté en la lista negra, directamente no me llaman. Pero sí, contratamos el Olympia, coincidió que tenían libre el 23-F y fuera había un grupo de gente manifestándose contra mí.

–Pero la Universidad Politècnica de Valencia le montó una exposición a raíz del 50° aniversario de Al vent. ¿Qué supuso para usted?
–Fue una exposición preciosa. Y ese mismo año me dieron la medalla de la universidad en la que estudié.

–El recital de hoy se enmarca en los actos de este aniversario redondo. ¿Al vent seguirá formando parte de los inevitables bises?
–Es que, si no la canto, me dicen de todo. Durante los 80 la descarté, al igual que Diguem no, porque no me daban pie a incluir piezas nuevas. Pero ahora las reservo para los bises y cuando las abordo hay una especie de satisfacción mutua... No se ha de renunciar nunca al placer.

–Solo cantó en el Auditori una vez, en el 2004. Y ahora las entradas llevan días agotadas. ¿Lo esperaba?
–No quiero presumir, pero no es la primera vez que me pasa.

–¿Y cuándo llegará ese disco de estudio, íntegramente de canciones inéditas, que romperá un larguísimo silencio ¡de 13 años!?
–Me quedan tres canciones por grabar, con arreglos de Manel Camp y Jordi Badia. Y creo que lo publicaré este septiembre o a principios del 2011. Si la espera ha sido larga, no es cuestión ahora de precipitarse.
Núria MARTORELL

0 comentarios:

Publicar un comentario



BeRuby te paga por navegar