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La peligrosa Absenta, la bebida de los artistas

El ajenjo se hizo famoso en París a finales del siglo XIX. “La bebida del hada verde” provocaba alucinaciones fuertes.

La absenta, también conocida como ajenjo, es una bebida muy barata con un altísimo grado de alcohol que se hizo famosa en el París de finales de siglo XIX, entre artistas de la “Belle Èpoque”. Se bebía diluida en agua fría y producía fuertes alucinaciones, las cuales afectaban al cerebro atrozmente.

La absenta se convirtió rápidamente en el licor preferido de los parisinos, a pesar de ser originaria de Suiza, por su bajo precio y su alta graduación alcohólica, que rondaba entre el 45 y el 90 por ciento, según la bodega que la destilase. En ocasiones los comensales llegaban al coma alcohólico.

Hay muchas leyendas alrededor de los efectos de esta “bebida del hada verde”: varios artistas pintaron los mejores cuadros o escribieron sus mejores obras bajo sus efectos. Por otra parte, diversas fuentes indican que bajo los efectos de esa bebida que Vincent van Gogh cortó el lóbulo de su oreja.

Antes de su fama como bebida alcohólica de consumo popular, el ajenjo se utilizaba como remedio medicinal entre las tropas del efecto francés, ya que se creía que ayudaba a bajar la fiebre de los enfermos.

Sin embargo, lo que en principio la había hecho famosa –su bajo precio- en el siglo XX cambió, al convertirse en la bebida nacional de Francia y dispararse sus costos por las nubes. Así, su consumo quedó reducido a los artistas de renombre y ya no más a los habitués de tabernas y bares de suburbios.

Sus prohibiciones no tardaron en llegar. En 1915 se limitó su consumo en Francia debido al gran número de alcohólicos que había en el país por culpa de este licor. El resto de los países siguieron el ejemplo francés y también prohibieron su venta.

No fue sino hasta la década del 1980 que volvió a permitirse su producción en los países de la Unión Europea, siempre y cuando se rebajase de un modo significativo la presencia de tujona, el componente que provocaba los efectos alucinógenos del ajenjo. Francia, por su parte, permitió su comercialización recién hace unos meses, sin dejar de advertir acerca de sus efectos.

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